Y bueno... que esto de la constancia no parece ser lo mío.
Pero me pongo al día con el asunto motociclístico.
Se han dado un par de días ya de lluvias... de los cuales -hay que ser sincero- solo uno ha sido severo.
La AgenteNaranja se ha comportado sin mayor problema, evidentemente el manejo debe ser MUCHO más cuidadoso, en especial hay que andar "muy a las vivas" con los baches (que en esta bendita ciudad de México "casi no hay"), con las coladeras, registros y demás superficies metálicas, así como con adoquinados en ciertas zonas que, si de por sí son resbaladizos en seco... en mojado pueden provocar una experiencia harto desagradable.
Algo que definitivamente debo comprar antes de que arremeta en serio la temporada de lluvias... son unas CUBIERTAS IMPERMEABLES PARA PIES (Totes).
En la noche en que -regresando a casa- la lluvia fue severa, mis botas (con su correspondiente contenido de calcetines y piés) han llegado a casa literalmente hechas un Titanic; con más agua por dentro que por fuera. Con toda la incomodidad física, riesgo al conducir y posibilidad de resfriarse, que ello implica.
Confío en breve adquirir unas, al menos para salir del paso de aquí a julio, que será el Salón de la Motocicleta.
Mientras tanto, no queda más que andarse muy listo y no perder la atención al camino, sobre todo cuando Tlaloc se digne a obsequiarnos con la lluvia en estas "tierras aztecas" (Espantosa aliteración muy utilizada).
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