El automóvil... nuestro peor y más bello "enemigo".

Que conste "en actas"... el titular de esta entrada NO lo he inventado yo, sino que corresponde a una columna de René Avilés, publicada en el periódico mexicano LA CRÓNICA, el 10 de agosto del 2011.
http://www.cronica.com.mx/notaOpinion.php?id_nota=597693

Y tampoco se trata de satanizar a las "latas de cuatro ruedas" (sería hipócrita de mi parte hacerlo, dado que cuando se requiere, yo pertenezco a ese "gremio"), pero me resultó interesante el enfoque y las observaciones que en ese texto se vierten... en especial cuando relaciona al automóvil con un "símbolo de estatus"; Por supuesto que ese NUNCA sería uno de los motivos para comprar un automóvil en nuestro país... ¿Verdad?
;)
Y ya ni hablar del riesgo que para quienes (por elección o necesidad) nos movilizamos en dos ruedas (motocicletas, motonetas, bicicletas) en esta mancha urbana... eso ya sería otro tema y quizá, bastante "espinoso".


De lo más rescatable -no me queda duda- es el punto de la necesidad de contar con un MEJOR y más EFICIENTE sistema de transporte público.
Poprque -siendo honesto- incluso a mi (que de manera cotidiana e indudable) gozo absolutamente el "rodar" distancias cortas o largas; me encantaría poderme desplazar cómodamente, a un precio razonable y en tiempos humanamente decentes, hacia donde fuese necesario... así ni siquiera se gastaría mi AgenteNaranja... y de la reducción de riesgos ya ni hablo!!!

Pero, ¡Oh triste realidad! Que en esta ciudad/país, parece que aún nos falta mucho para contar con ese tipo de transporte urbano/suburbano/interurbano, que de evrdad se vuelva una elección afortunada y conveniente... mientras tanto: ¡A rodar... que el mundo se va a acabar!

Saludos!!!